¿Tabletas u ordenadores?

A raíz de la noticia de que el Departamento de Educación del estado de Maine deja los iPads para volver a los ordenadores se vuelve a plantear este debate, acerca de qué tipo de dispositivo es mejor para un programa introducción de las TIC en un colegio.

Mi impresión es que realmente no hay debate, o bien que ese no es el debate correcto. Primero me voy a centrar en alguno de sus términos.

Una comparación

Por una parte, los contrarios a las tabletas consideran que no son dispositivos aptos para la creación de contenido, alegando principalmente que carecen de teclado físico. Este es un argumento bastante poco sólido pues presupone que la creación de contenido se limita a, o es principalmente, texto. Sin embargo, con una tableta pueden crearse textos, dibujos, fotografías, audios, vídeos, y un largo etcétera de contenidos, incluso programación con Scratch. Es cierto que el trabajo con textos largos puede ser particularmente incómodo.

Hay algunos argumentos de más peso. En el caso de los iPad, hasta ahora había algunas grandes dificultades en la administración técnica: la imposibilidad de tener varios perfiles de usuario en el dispositivo, la dificultad de gestión de los AppleID para una escuela, y la carencia de herramientas de control de aula. Ahora bien, con la versión 9.3 de iOS, esas limitaciones desaparecen. La nueva aplicación Classroom proporciona la gestión y control de aulas, además de que los nuevos servicios para educación resuelven los problemas de gestión de usuarios estudiantes. Por cierto, este servicio acaba de hacerse disponible en España en estos días y ya es posible solicitar el enrole.

El coste también es un argumento fuerte. Ahora mismo el iPad Air 2, que sería el modelo nuevo más apto para uso escolar sale en 429 €, mientras que un Chromebook puede encontrarse por algo más de 200 €, aunque hay muchos precios. No tengo clara cuál es la vida útil de un Chromebook (y de momento no parece que nadie lo sepa), pero mi experiencia muestra que un iPad puede aguantar sin despeinarse de tres a cuatro años, entre otras cosas porque Apple sigue dando soporte de iOS a todos los modelos menos el iPad original. Por el momento, pues, no puedo comparar ambos productos desde el punto de vista de inversión a medio plazo.

Entre las ventajas del iPad (o de una tableta, en general) estaría su movilidad frente a los ordenadores portátiles, así como su versatilidad para ciertos usos debido justamente a esa movilidad. Puedes usar un iPad prácticamente como se usa un cuaderno de papel, pasarlo de una persona a otra, usarlo para grabar un vídeo, dibujar en él con los dedos o con un lápiz (stylus), ocupa poco espacio y es más cómodo de llevar y utilizar en cualquier lugar, espacio o posición que un ordenador por muy ultraligero que sea.

Por otro lado, el iPad tiene un excelente complemento en AppleTV para enviar el vídeo a un proyector o un televisor de gran formato, de manera que tanto profesorado como estudiantes puedan mostrar su trabajo o utilizarlo para apoyar una exposición oral, etc.

Así que la comparación de prestaciones no nos lleva muy lejos. Sencillamente nos indica que cada dispositivo tiene puntos fuertes y débiles, que algunos son solventables de una u otra manera y que otros son inherentes al formato particular de cada dispositivo.

El problema no es ese

En la noticia enlazada al principio hay un comentario de un usuario llamado static66 que me parece que explica el problema de fondo muy bien, así que copio y traduzco algunas de sus ideas:

Clearly Maine lacked adequate planning and support and their teachers were not given a good road map, proper professional development and the tools to succeed. My school (And many in my region) utilize them quite successfully in education.

Claramente Maine carecía de un soporte y una planificación adecuados y a su profesorado no se le proporcionó una buena hoja de ruta, desarrollo profesional adecuado y las herramientas para lograrlo. Mi escuela (y muchas en mi zona) los utilizan (los iPad) en educación con bastante éxito.

Más adelante señala:

The biggest problem in deploying and leveraging EdTech is in setting expectations, provide training, resources, & support. You need IT with a different approach too, it needs to be classroom centered and focussed, everything flows from there. Top Down does NOT work in EdTech.

Providing new tools to overworked staff without a healthy dose of PD, is a recipe for disaster. If you have admins who are not invested and do not understand this, you get: TOYS

El mayor problema al desplegar y explotar la tecnología educativa es fijar expectativas, proporcionar información, recursos y soporte. Necesitas que la administración de la tecnología tenga una aproximación diferente también, tiene que estar centrada y enfocada al aula, todo fluye desde ahí. El enfoque Arriba-Abajo NO funciona en tecnología educativa.

Proporcionar nuevas herramientas a personal sobrecargado sin una saludable dosis de desarrollo profesional es una receta para el desastre. Si tiene administradores que no están implicados y que no entienden estos lo que consigues son JUGUETES.

iPad o no iPad, el problema para que la tecnología educativa funcione es que no puede llegarse a la escuela llenarla de dispositivos y esperar que las cosas vayan a funcionar y que esa tecnología vaya a aportar algo positivo al proceso educativo. La mejor tecnología no cambia esta realidad y da igual que discutas si es mejor tableta, portátil o el dispositivo que quieras.

El verdadero debate es cómo integrar esos dispositivos en la práctica para que nos ayuden en el aprendizaje. La tecnología puede ayudarnos a renovar la manera en que enseñamos y aprendemos, pero para eso debemos partir de cómo queremos realizar esa renovación y averiguar a partir de ahí cómo nos va a ayudar.

Entonces puede que decidamos que en ciertos niveles educativos nos encajen mejor tabletas que ordenadores, y que en otros lo que nos responde es introducir portátiles.

También puede que decidamos que no necesitamos un dispositivo por alumno, sino que preferimos dotar a cada aula de un cinco ó seis. O incluso de contar con varios tipos diferentes para poder acometer determinados tipos de proyectos.

Pero todo va a depender de ese primer planteamiento: ¿cómo queremos que sea el aprendizaje en este colegio?

 

 

2 comentarios en “¿Tabletas u ordenadores?

  1. Amen. No dejo de coincidir en todo. Y con Mr. static66 también.
    Cuando alguien señala la luna, solo los necios miran al dedo.
    Y así nos va.
    Todo fluye desde el aula. Y esa es la clave.
    Gracias por tus reflexiones.
    Un saludo

    Me gusta

  2. Gracias a ti por comentar.

    Creo que estamos muy cegados por el aparataje y la sensación de urgencia que nos imponen al lanzar tantas ideas que «hay que meter en la escuela como sea». Es hora de que sea la escuela la que decida cómo integra y qué integra.

    Me gusta

Deja un comentario